Campeones
Se resolvió el crucigrama que tenía atascado a España. El secreto era el balón. En caso de duda, siempre la pelota. Toque, toque y toque. La posesión no se regala. Contra la teoría de anteriores entrenadores, nunca se jugó en función del rival, ni nos asustó la desventaja física. Técnica y velocidad, y más balón. Eso era el carácter que faltaba. Atreverse a jugar. No a chocar, ni tirar pelotazos, a jugar y a jugar, balón y balón.